El corazón es mi laguna seca;
noches insomnes en vigilia,
aguardo sus pasos
aunque sólo sean vibraciones ligeras
que terminan en la sala contigua.
No llegan a mí,
--(el corazón es mi laguna seca)--
se detienen a encontrar otra ilusión,
otro amor que también espera
momentos de arrebato, lujuria en el corazón.
En anticipación presumo los íntimos lazos,
son dos amores necesitados.
Por el espesor de las paredes y el estrecho espacio
se escapan murmullos, besos, suspiros y el pleno acto de amor.
Aunque pese, aunque tema,
considerando la sequía del corazón,
con cautela reconozco que dentro,
el ardor iluso es ya profundo amor consagrado.
¿O es simple euforia agradecida?
La fantasía de un amor místico
sólo palpable por sonidos apenas perceptibles, intermitentes,
a veces imaginados, pero tan reales en mi mente
que vivo esos amores de la habitación contigua
y logro llenar la laguna seca de mi corazón.