viernes, 24 de febrero de 2012

rosa, rosa bella

Pablo Picasso, Campesinos dormidos, 1919
Prometías volver a la quebrada
y ahí te esperaba hasta que la noche suspirando invitaba  
a que el mundo se recogiese en sueños,
quizás luciendo las perlas de una amada
o abrazando a estrellas perdidas en la noche vaga.

El libre encanto de tu sonrisa y tu excitante aroma
son regalos que no pretendo poder ignorar.  

Espero que del cielo caiga una rosa, rosa bella,
que en su espíritu de libertad muestra la silueta de tus caderas,
con fragancias de rosa gálica y un toque de mirra,
ritmo sutil que al bailar dejas
y que exalta mi destino y mi suerte pasajera.   

Rosa, rosa bella,
sentada por la quebrada espero llegues,
la noche es tibia y las manos trémulas,  
en anticipación del aroma que traerás
al corazón que ama, profundiza y sin poder ser persuadido,
en obsesión insiste.
Rosa, rosa bella, rosa del mar.

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