viernes, 20 de abril de 2012

bipolar, otra vida

Xi Pan, Brisa

Mi Catarina,
ristras de perlas saborean tus caderas,
el colorido diferente según el ánimo, el día,
tu pincel encendido de pasión lleno.
Y cuando herida el alma, tus versos derraman lágrimas, pero ¿qué fuera de tu vida sin tu última obsesión?

Recuerda la euforia de noches con ella en tus brazos,
estrellas observando, y la luna enamorada
de la letanía de tus besos que hasta ella siente.  
El murmullo de besos provocando más besos...
Sobre el musgo, sobre la nieve,
junto a las flores de mi jardín yo también te beso,
no importa cuántos amores,
porque en mi mundo, mi Catarina, no tienes igual.  
Esa pasión en tu cuerpo y en tu alma,
la sentimos todas, nos engolfa y nos eleva.  
Y cuando estás triste, juntas lloramos tu tristeza.
Bipolar, pero es bella tu poesía.
No puedes dejarnos.  Aliento, mi Catarina, aliento!

********Paseaba con ella una tarde y creí era el momento apropiado para hablarle de su enfermedad.  Y yo, torpe para disimulos, le pregunté, ‘¿por qué tanta ambivalencia en tu poesía?  Pareces una cría arrancando los pétalos a una margarita para decidir si te quiere o no.  Aunque en tu caso cada pétalo es un amor.  Excusas inválidas es lo que siempre nos dais, las fases de la luna, el ciclo menstrual, la marea alta.  Con certeza es una enfermedad del psique que por tu sensibilidad extrema la llevas y sientes en el alma.’

No quiso hablar mucho.  Supe que la había ofendido hablándole de su poesía en lugar de ser directa.  Lo que para mí es obvio es que reina la inseguridad en aspectos de su vida, en otros no. Sin conocerle bien, da la impresión de ser altiva.  Quizás otra manifestación de su bipolaridad. Y a eso voy, han pasado sólo un par de años desde su diagnosis y sus medicamentos necesitan recalibrarse cada tantos meses según su reacción a las drogas o si no ha mejorado.  Por prejuicio rehusa tomar lithium; piensa que esa droga es indicada para tratar la esquizofrenia. Su psiquiatra insiste que un buen libro no te mantiene despierto por tres noches consecutivas. '¡Caramba, ni el mejor de los libros!', le ha dicho.  Trastornos de pánico,... obsesiones constantes--en su mente fascinantes y en ocasiones secretas para no ‘perderse en el mundo normal’ que la rodea.  

El de ella es un mundo complicado con ires y venires de uno u otro amor, o un plural de amores. Versiones reales de una trama novelesca.  Y pensamientos que le atormentan:  afecta su enfermedad sus preferencias sexuales?  el desplazamiento del yo?, la realidad construída y destruída?, y qué del egocentrismo, peculiar o no?  

Su depresión, en sus palabras, es intolerable.  Manía y depresión y aún más depresión.  
De ahí su poética... poesía ambivalente, genérica.  

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