domingo, 1 de abril de 2012

el pecado privado

c.s.fissell, amores

Conocí en la intimidad del sueño el pecado privado. 
Vuelvo a tus manos sobre mi cuerpo 
y tu flor consagrada se abre y me acompaña.  
Lo que bien recuerdo son tus labios, 
rosa pálida, con besos de eternidad profunda, pura el alba.  
Apenas el roce de labios y trémula, 
la flor secreta copiosa y lustre seda, señal de amor.  


'Profundo te quiero, profundo como el océano', 
me dices al volver, y así te siento yo, profundo…
Las promesas junto al mar, perpetuas como luz de sol 
que de día alumbra con sus rayos 
y de noche con reflejos de luna.  
En mi dentro te disfruto, el pasado se hace hoy. 

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