
piel dorada, pies descalzos en la arena,
quisiera ser el mar que suave los besa;
en cada encuentro, yo a tus pies.
Besos sacros
tallados en el ser con rimas de versos,
ritos sabios y constantes, repletos ya de amor. El azul del cielo finge tu elegancia,
fragancia de una noche insólita
tu amor en oleajes con mi amor.
Fluyen los momentos que te siento,
en pasos ligeros, danza de amor eterno.
Adelante… sigo adelante… pasos inciertos
pero con el deseo vivo que las olas te regresen
con el viento, en la corriente. ¡Vuelve a mí!
Y cae la tarde espesa.
El ocaso no miente y llena. Lejanos ya,
besos con lágrimas en la noche oscura,
luna oculta, el mar callado, cuando partías tú…
Hoy, ilusiones anidan el goce de abrazos y besos,
de tierra que te conoce, de mares y sol.
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